capacidad objetiva del relato y tomarlo por lo que es y nada más. El autor juega con la posibilidad de un encuentro “físico y real” con Dios, Jesús y el Espíritu Santo. El objetivo de la narración es responder preguntas desesperadas en momentos desesperados y en mi opinión lo va cumpliendo en buena medida, es leíble y deja una marca esperanzadora de las relaciones humanas, si bien el relato tiene una clara creencia cristiana, no deja de alojar las misma preguntas para con cualquier religión, aunque hay que ser como dije objetivo, hecho, sólo resta animarse. No defrauda pues sin duda se valora un enriquecimiento.
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